El MPT5 llegó con su quinta edición y trajo con ella 3 escenarios,
reencuentros entre músicos de V8 y golpes entre actuales y ex miembros de Horcas y suficientes bandas de metal para tener una idea de cual es el presente y futuro de la escena.
Aunque el festival abrió sus puertas y encendió sus parlantes a las 12 de la mañana, su fiel servidora se retraso con un combinación de dos colectivos y llego a las 4 de la tarde, cuando tocaba la banda tributo a Iron Maiden, La Bestia, que realizó los clásicos adheridos al subconsciente colectivo como “Aces High” y “2 minutes To Midnight”, para cerrar con “Run to the Hills”.
Casi como hilo conductor, siguió Matías Munighini arriba del escenario y continuo tocando con Mastifal, que en esta ocasión se encontró sin su guitarrista Diego, que estuvo ausente por una pequeña operación y en su lugar trajeron a tres violeros diferentes para realizar las tres primeras canciones, entre los que se incluyó Ramón López de Lethal y Lucas Simcic de Horcas. El resto del set fue realizado como un cuarteto y finalizado con la canción “Tiempos Violentos”.
Seguidos por Plan 4, la banda se presentó con su estética musical y visual de principios de milenio y por primera vez en lo que va de la historia del festival, terminaron su setlist con una canción de su propia autoria y no con el cover del clásico de Pantera, “Walk”.
Para el momento en que Helker subió al escenario, sorprendió ver a la banda con su cantante en muletas, pero cumpliendo su media hora con éxito. Cuando el reloj marcaba las 18 horas,
Rudy Sarzo estaba con su banda armada para la ocasión, que incluyo a Mario Ian en voces y realizando aquellos clásicos que fueron el primer indicio de un publico animado en el escenario principal.
Empezando por “Metal Health” y continuando con otros hits de décadas pasadas como “Crying in the rain”, “Neon Knights” y “Crazy Train” con la participación de Beto Zamarbide.
En los escenarios externos costaba divisar las banderas en el fondo por los carteles gigantes de la radio “Vorterix”, pero se podía divisar al fondo pintado el rostro de Niko Takara en uno y Claudio Vatinno en otro, en honor a dos pérdidas que sufrió el mundo del metal argentino este año.
Algo completamente encomendable de los músicos que tuvieron que subirse a esos escenarios fue soportar la superposición del sonido de ambos grupos de parlantes y la amenaza de lluvia que se presento en la tarde y con mayor intensidad al caer el sol, algo que se hizo obvio para el momento en que Bertoncelli estaba en el escenario Niko Takara haciendo su tributo a Dio “Pequeño gigante”.
Más viento y coqueteos de relámpagos hubo para cuando continúo la banda de Saul Blanch mientras que en el escenario indoors el Tano Romando terminaba su show realizando un tributo a Visceral con la compañía de Larry Zabala que cantó “Eskape”.
Para cuando llegó el tributo a V8, la gente había cubierto casi todo el campo del estadio y se dispuso a disfrutar canciones como “Destrucción”, “Brigadas metalicas” y “Muy cansado estoy” entre otros. Un acto mucho más simbólico relacionado a la mítica banda ocurrió en el backstage donde luego de varios años, Ricardo Iorio y Beto Zamarbide se reencontraron y capturaron ese momento en una fotografía.
Cuando Tren Loco tomó el escenario y le entregó al publico clásicos de la banda como “Pueblo motoquero” y “Barrio bajo” pudimos ver que en el escenario indoors el sonido no fue el mejor a lo largo del día, sobretodo si nos encontrábamos a los costados del recinto o muy cerca de las tablas.
Llegando el turno de Horcas, los muchachos realizaron varios temas de discos anteriores como “Argentina, tus hijos”, “Vence” y “Reacción”, sin embargo, el mayor flash del pasado ocurrió cuando pudimos divisar a
Hugo Benítez en la parte trasera del escenario, intentando pegarle a los músicos, pero siendo removido rápidamente por un Seguridad.
Según los rumores en el evento, cuando
Hugo terminó de tocar con su banda y bajo del escenario externo, recibió un derechazo de Walter Meza, cantante de Horcas.
Para terminar con una nota aún más bizarra, me aleje del campo cuando estaba a punto de tocar Almafuerte, para ver afuera un tributo a Kiss apropiadamente llamado “Kiss my ass” con maquillaje y atuendo incluido y canciones como “Love gun” y “Was made for living you” que le agregó un toque de glamour de imitación a una velada de metal viejo y nuevo.