En la tarde del 2 de diciembre. Con un calor que bordeaba los 30 grados la cuarta edición del “Metal para todos” se llevó a cabo en el estadio Malvinas Argentinas. Al entrar las cosas fueron bastantes claras: Por un lado un escenario externo llamado “outdoor” con pasto, aire libre y un sol que cegaba la vista y bandas un poco más under de las que se encontraba en el segundo escenario: El Indoor, el espacio con las bandas principales del festival, techado, sin sol pero compensado con calor humano.
Como verán, me hubieran venido bien poder dividirme en dos para estar presente en cada escenario, pero como la ciencia todavía no llego a semejantes divisiones moleculares, tuve que irme alternando entre el escenario cubierto y descubierto.
Comencé por adentro, donde era el final del setlist de Imperio que terminaba su show con un sonido decente y mejores luces aun. A la partida de la banda pude ver la bandera que se posaría sobre el escenario durante todo el dia, metros de tela negra con 4 rostros de músicos que ya no están en su forma física: Civile, Pappo, Braga y Guillén. Y verlos ahí, tan grandes y presentes nos recuerda un poco que quizás sin ellos algunas de las grandes bandas de la noche no estarían tocando.
Escapando del calor, me acerque al outdoor para encontrarme con todavía más grados de temperatura y Telurio, una banda que a primera vista no prometía. Quizás era el aspecto un poco hippie de algunos de los músicos o el hecho de que la mayoría de ellos parecía menor de edad (aunque creo que fue una combinación de las dos) lo que me generó pocas
expectativas al verlos enchufar sus instrumentos. Sin embargo cuando comenzaron a sonar con un cover de Voodoo child cambiaron todo mi pronostico. Desde ese comienzo hasta el final de su recital que termino con un tema llamado “Fue el primero”, la banda mostró una impronta diferente gracias a su mezcla de elementos del grunge con el metal y el blues combinando no solo sonidos, sino también instrumentos como la flauta y tambores.
El hecho de que el grupo se tomo el tiempo de hacer un instrumental (un riesgo cuando se es una banda nueva en un festival de metal), romper una viola en el escenario y aportarle un al sonido ecléctico al escenario outdoor hizo de Telurio mi novedad favorita del festival y le dio la oportunidad a la banda de demostrar su actitud y potencial musical, que si mi instinto no me falla, es mucho.
Pero mientras todo esto ocurría, adentro terminaba su show Renacer, así que entre y al ver como perdí otro recital “Indoor”, regrese al cielo descubierto para ver a Vorax que comenzó su setlis presentando un tema de su ultimo disco para luego seguir con “Tu ritmo apesta” y finalizar con “Soy la oscuridad”
De vuelta a adentro, el estadio cerrado comenzaba a ocuparse con la presencia de Mastifal mientras tocaban “tiempos violentos”, a lo cual siguió Plan 4 que cerró su show con el clásico cover de Pantera “walk”, algo apropiado para el calor texano que se sentía.
Afuera Saul Blanch tocaba, pero mi momento al aire libre fue breve ya que adentro comenzaba a sonar el tributo a V8 conformado por Walter Meza en voz, el “Tano” Romano en guitarra, Gustavo Rowek en batería y el Topo Yañez en bajo. Todos músicos que momentos después realizarían otro show con sus respectivas bandas.
De todas maneras, este dato no les hizo ahorrar energías para la segunda vuelta y dieron un show corto y contundente en donde sonaron clásicos como “Si puedes vencer al temor” y “Momento de luchar”. Como si la nostalgia de esas canciones no fuera suficiente para ablandarnos un poquito, el Tano Romano muestra su musculosa con el rostro de Civile impresa sobre la misma. Una vez más la cara del difunto guitarrista, pero no es como en la bandera negra, en la tela del Tano está sonriente, casi pareciera que mirando al publico que aplaude cada tema y que ovaciona cuando Walter Meza grita “todos venimos de V8” y por un instante la melancolía es más fuerte que el calor. Como no podía ser de otra manera, este tributo cierra con “Destrucción”.
Como verán, me hubieran venido bien poder dividirme en dos para estar presente en cada escenario, pero como la ciencia todavía no llego a semejantes divisiones moleculares, tuve que irme alternando entre el escenario cubierto y descubierto.
Comencé por adentro, donde era el final del setlist de Imperio que terminaba su show con un sonido decente y mejores luces aun. A la partida de la banda pude ver la bandera que se posaría sobre el escenario durante todo el dia, metros de tela negra con 4 rostros de músicos que ya no están en su forma física: Civile, Pappo, Braga y Guillén. Y verlos ahí, tan grandes y presentes nos recuerda un poco que quizás sin ellos algunas de las grandes bandas de la noche no estarían tocando.
Escapando del calor, me acerque al outdoor para encontrarme con todavía más grados de temperatura y Telurio, una banda que a primera vista no prometía. Quizás era el aspecto un poco hippie de algunos de los músicos o el hecho de que la mayoría de ellos parecía menor de edad (aunque creo que fue una combinación de las dos) lo que me generó pocas
expectativas al verlos enchufar sus instrumentos. Sin embargo cuando comenzaron a sonar con un cover de Voodoo child cambiaron todo mi pronostico. Desde ese comienzo hasta el final de su recital que termino con un tema llamado “Fue el primero”, la banda mostró una impronta diferente gracias a su mezcla de elementos del grunge con el metal y el blues combinando no solo sonidos, sino también instrumentos como la flauta y tambores.
El hecho de que el grupo se tomo el tiempo de hacer un instrumental (un riesgo cuando se es una banda nueva en un festival de metal), romper una viola en el escenario y aportarle un al sonido ecléctico al escenario outdoor hizo de Telurio mi novedad favorita del festival y le dio la oportunidad a la banda de demostrar su actitud y potencial musical, que si mi instinto no me falla, es mucho.
Pero mientras todo esto ocurría, adentro terminaba su show Renacer, así que entre y al ver como perdí otro recital “Indoor”, regrese al cielo descubierto para ver a Vorax que comenzó su setlis presentando un tema de su ultimo disco para luego seguir con “Tu ritmo apesta” y finalizar con “Soy la oscuridad”
De vuelta a adentro, el estadio cerrado comenzaba a ocuparse con la presencia de Mastifal mientras tocaban “tiempos violentos”, a lo cual siguió Plan 4 que cerró su show con el clásico cover de Pantera “walk”, algo apropiado para el calor texano que se sentía.
Afuera Saul Blanch tocaba, pero mi momento al aire libre fue breve ya que adentro comenzaba a sonar el tributo a V8 conformado por Walter Meza en voz, el “Tano” Romano en guitarra, Gustavo Rowek en batería y el Topo Yañez en bajo. Todos músicos que momentos después realizarían otro show con sus respectivas bandas.
De todas maneras, este dato no les hizo ahorrar energías para la segunda vuelta y dieron un show corto y contundente en donde sonaron clásicos como “Si puedes vencer al temor” y “Momento de luchar”. Como si la nostalgia de esas canciones no fuera suficiente para ablandarnos un poquito, el Tano Romano muestra su musculosa con el rostro de Civile impresa sobre la misma. Una vez más la cara del difunto guitarrista, pero no es como en la bandera negra, en la tela del Tano está sonriente, casi pareciera que mirando al publico que aplaude cada tema y que ovaciona cuando Walter Meza grita “todos venimos de V8” y por un instante la melancolía es más fuerte que el calor. Como no podía ser de otra manera, este tributo cierra con “Destrucción”.
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